domingo, 29 de julio de 2007
ANIVERSARIO DE "RECANTO SILENTE": ENTREVISTA A DAVID HOLM
En ella, David Holm muestra claramente su predilección porque le consideremos antes un espectador y un cinéfilo que un crítico, figura que no parece ser mucho de su agrado. Nos da también las claves de su experiencia con el cine silente, reciente e intensa, gracias a las posibilidades que le ha dado la red, un medio del que quiere sacar el máximo partido, tanto en la innovación constante de su blog, como en su intervención en foros cada vez más prestigiosos, que despiertan el interés incluso de los medios más tradicionales de difusión de la crítica de cine. Pero, bueno, mejor escuchar al interesado, agradeciendo mucho su acercamiento a este espacio.
Hola, antes que nada ¿podrías decirnos qué te atrae de "David Holm", el personaje protagonista de La carreta fantasma, para haberlo adoptado como nick o pseudónimo?
Hola. Lo adopté al registrarme en DivXClásico, página a la que llegué unas semanas antes (con el registro cerrado) buscando películas silentes, en concreto arribé a la filmografía de cine mudo de bluegardenia. Curiosamente la primera película que elegí para bajarme fue Körkarlen, me decidí al leer la sinopsis aunque en ningún momento me esperaba lo que me encontré. Cuando abrieron el registro, pensando en que sería un nick que ningún otro había elegido y a modo de homenaje a la obra maestra de Sjöström, tomé este nombre que me acompaña hasta hoy. Con el personaje en sí no me siento identificado.
Y ya puestos con este tema ¿Por qué crees que los cinéfilos en muchos foros utilizan un pseudónimo? ¿Por homenaje a un personaje o autor, por jugar con otra identidad o porque de algún modo ser cinéfilo aún es casi una actividad alegal?
Un poco de cada. A pesar de todo, y aunque nunca puedas estar completamente seguro, creo que no son muchos los que se crean un personaje en los foros cinéfilos, sí hay quien los utiliza para mantener cierta privacidad (a saber cuántos cineastas se encuentran agazapados tras un nick) y otros aunque no les importe lo más mínimo que los reconozcan prefieren utilizar un pseudónimo, cosa comprensible cuando es más que probable que varios usuarios coincidan en nombre y apellido. A la hora de elegir uno son muchos los que se deciden por nicks referentes al cine, ya sean intérpretes, directores, personajes, películas… casi siempre a modo de homenaje.
Sobre la "alegalidad" creo que afortunadamente en este tipo de foros la gente va perdiendo poco a poco esa sensación de furtivismo. Es normal que los que llegan de primeras a internet piensen que es un acto delictivo, porque aunque no lo es, se sigue permitiendo que diariamente en los medios de comunicación se demonicen las redes p2p, con los clásicos "descargas ilegales", "copias piratas", "una sociedad vale lo que valen sus ideas"... Aunque un leve cambio se debe estar produciendo cuando la edición española de "Cahiers" nombró a tres de estas webs (DivXClasico, Cine-Clasico y Allzine) de forma positiva, definiéndolas como auténticas filmotecas virtuales. En prensa internacional meses antes el suplemento cultural de "Clarín", "Ñ", ya le había dedicado unas líneas a Cine-Clásico.
Espero que en un futuro nadie entre en estos sitios con miedo y por fin se le reconozca el mérito que merece esta iniciativa de colaboración a nivel global por una cultura libre y accesible a quien le interese y no sólo a quien pueda pagarla. Que los gobiernos en vez de ponerse del lado de organizaciones privadas como las discográficas, productoras y gestoras de derechos se pongan de parte de los autores (entiéndase como aquellos que tienen como primer deseo la difusión de su obra) y el pueblo, y no que nos estén obligando a pagar con el canon digital por obras que ya están libres de derechos de autor como es el caso de unas cuantas silentes.
Buster Keaton decía que ellos no hacían cine mudo sino "cine silencioso". ¿Qué denominación prefieres para este cine que tanto nos gusta?
Sin duda, "cine silente", o "silente" a secas. La palabra "mudo" habitualmente viene asociada a una incapacidad, una limitación. Aunque realmente no lo es, tanto para las personas como para el cine, el no poder expresarse verbalmente no hace sino potenciar un lenguaje icónico, la expresión visual no tiene necesariamente que acarrear un empobrecimiento del discurso, como normalmente se le atribuye a la palabra mudo. Dicho esto prefiero "silente" aunque también utilizo la palabra "mudo".
¿Desde cuándo eres un apasionado al cine silente? ¿Empezaste como muchos con las sesiones del Gordo y el Flaco, Harold Lloyd y Chaplin y luego te entró la curiosidad, o empezaste por las vanguardias?
No tengo demasiado que retroceder, hará unos cuatro años que lo descubrí y comencé a amar, la manera de llegar fue de lo más casual y viene de lejos:
Se remonta a mis años de colegio, en un libro de texto aparecía una fotografía, que no me resultaba del todo ajena, sabía (y probablemente el texto lo decía) que pertenecía a una película muy antigua llamada Nosferatu (aunque no supe que era muda hasta años después), una fotografía que me atraía a la vez que me producía cierta inquietud. Haciendo memoria, y ahora que puedo identificarla, creo que era una fotografía de Orlock en la cubierta del Empusa, probablemente ésta (la que acompaña al párrafo). El hecho de que no me resultase una foto extraña, sin ser consciente de donde había visto u oído algo a cerca de ella, me despertó cierta curiosidad.
Curiosidad que se mantuvo latente hasta que allá por el 2000 se estrenó la película The Shadow of the Vampire, película de ficción ambientada en el rodaje de Nosferatu. Con ese motivo hubo reportajes en televisión pasando imágenes de la película de Murnau que hicieron que aquella vieja curiosidad renaciera con más fuerza. Aunque las posibilidades de verla en televisión seguían siendo reducidas y los videoclubes que tenía cerca no ofrecían películas más allá de los 80.
Un par de años más tarde, alquilé la película de Elias Merhige, aunque apenas pude ver un rato, el VHS estaba cascado, fue más que suficiente para que tuviera todavía más ganas de ver Nosferatu.
Pocos meses después, cuando supe que estaba editada en DVD me la compré. Quedé impresionado (a pesar de los terribles intertítulos made in Divisa y la estridente banda sonora de la edición), en absoluto era lo que me esperaba, tenía un extraño encanto, una atmósfera que nunca antes había percibido en una película. Hasta ese momento el cine no me había llamado realmente la atención.
Después le siguieron Metrópolis y demás Langs y Murnaus editados en DVD, Caligari, Berlin… en mi caso fue más tarde cuando conocí a Keaton, Chaplin, Lloyd y los Laurel y Hardy, Arbuckle, Harry Langdon…
¿Cómo definirías, para quien no lo conoce, tu blog y sus intenciones? ¿A qué público se dirige?
Un lugar dedicado al cine silente que no se limita a reseñas o críticas, intento que sea lo más dinámico posible, aprovechando las posibilidades que da la red, incluyendo material gráfico y distintas secciones. Tiene una clara intención de difusión, pero difusión activa, no pretendo contarle las películas a gente que no las ha visto, por eso se incluyen los enlaces a las filmografías silentes de bluegardenia y satantango y el enlace al foro de cine mudo de Cine-Clásico, donde se podrán encontrar todas las películas allí tratadas. Está escrito desde la perspectiva de un espectador, no de un crítico, motivada por el hecho de que no tengo ningún tipo de formación fílmica.
Una de las ventajas que tienen internet y los buscadores es que no ha de ir dirigido a un público concreto, tanto los que llegan interesados en leer un artículo concreto o buscando una foto (sin tener que rebuscar en otro material que tal vez no les interese), como los más incondicionales tienen allí su lugar.
¿Qué les espera a tus asiduos lectores y a los que puedan incorporarse en el futuro a tu blog?
Seguirá la línea de este primer año, intentando crear nuevas secciones y sobre todo darle un poco más de ritmo al sitio. Un repaso a la filmografía silente de Sjöström y una visita a la cinematografía de la republica de Weimar que sea susceptible de ser expresionista, en un intento vano de definir el movimiento, marcarán bastante este segundo año en cuanto a contenidos. También tengo intención de intercalar otras entradas más superficiales sobre filmes bastante más desconocidos que los anteriormente tratados de países y autores minoritarios. Otro de los proyectos a corto plazo es ahondar un poco más en la red, escribiendo sobre los sitios dedicados al cine mudo y su difusión, entrevistando si fuera posible a los responsables, por eso me llamó tanto la atención tu iniciativa de entrevistarme en este primer aniversario. Tarde o temprano estarás al otro lado.
Más allá del blog, ¿participas en algún proyecto de divulgación o análisis del cine mudo? ¿A qué dedicas tu "tiempo cautivo"?
Sí, algo así. Aparte de como usuario en ese y otros foros, soy moderador en el foro de cine mudo de Cine-Clásico, silent.cine-clasico.com. Es un foro que se ocupa de clasificar las copias de películas silentes que se comparten en la red eD2K, la labor de moderador consiste en velar por el orden del foro, que todo esté en su sitio, que la información sea completa y todo esté lo más accesible posible. El subforo de cine silente nació antes de llegar yo allí (llevo un año y unos meses como moderador), me pareció un gran proyecto porque si bien en otros foros el silente también tiene cabida, al compartir lugar con otro cine más mayoritario, el acceso es complicado y muchas copias se pierden entre los filmes más populares. Iniciativas como ésta posibilitan que el silente siga vivo y me parecen realmente interesantes porque permiten una colaboración global para conseguir una filmoteca virtual que ya consta de cientos de títulos que de otra manera nos resultaría bastante complicado poder disfrutar.
El "tiempo cautivo" lo dedico a algo bastante alejado del cine silente, estudiar la carrera de física.
No hay que ser muy avispado para saber, viendo tu blog y tus intervenciones en los foros, que tu director preferido es Murnau. ¿Qué crees que ha aportado este autor, qué te llama la atención de él? ¿Cómo se lo presentarías a alguien que lo conoce sólo por Nosferatu y poco más?
Efectivamente Murnau es mi director favorito. Lo que ha aportado a la cinematografía es difícil de cuantificar. Quizás un caso claro es el que se refiere a su marcha a la William Fox. Aunque tenía mucho prestigio, Murnau no se caracterizó por ser un director rentable, fue uno de los culpables de la ruina de la UFA. Pero a la Fox le interesaba más allá de sus películas, estaban invirtiendo realmente en su técnica, Sunrise sirvió para que muchos en la Fox, desde los directores hasta los operadores de cámara sacaran mucho provecho de la estancia de Murnau en EEUU y en producciones Fox posteriores a Sunrise se adoptaron ciertos procesos propios del genio de Bielefeld.
Murnau desde siempre estuvo obsesionado con la técnica, buscó un lenguaje propio del cine, para él los intertítulos suponían uno de los grandes obstáculos, eran la principal barrera a derribar. Así con el tiempo logró cumplir su gran objetivo con Der Letzte Mann.
Lo que me atrae de su filmografía es que no era un director que dejase nada al azar, cuidaba sus películas hasta el más mínimo detalle, cada plano tenía un significado y sin embargo sus películas no lo acusaban en forma de frialdad. Formalmente (junto a sus colaboradores) innovó mucho, pero quizá la gran seña de identidad del cine de Murnau es el aspecto estético, un cine como arte.
La mejor manera de presentárselo a alguien es mediante fotos o fragmentos de sus películas que dirán más sobre él que cualquier parrafada.
¿No lamentas la falta de bibliografía sobre él, más allá de Berriatúa y sus libros?
Echo más en falta que se haya perdido una parte de su obra, que es el verdadero legado de cualquier autor. El libro de Berriatúa Los proverbios chinos de F.W. Murnau es muy completo, amplia información escrita y gráfica y entrevistas e impresiones de gente cercana a Murnau. En castellano hay poco más editado sobre él, en otros idiomas existen unos cuantos títulos aunque en su mayoría parecen ser reciclajes continuos de información. Al menos en el caso de Murnau hay algo a lo que asirse, la falta de bibliografía en el cine mudo es una constante, con alguna excepción, de muchas personas importantes en el desarrollo del silente hay poco más que referencias en textos de carácter general.
Me gustó mucho tu post sobre la proliferación de listas con las "mejores películas" y un comentario acerca de la posición tan retrasada que Amanecer de Murnau tenía en una lista del mejor cine americano de todos los tiempos. Decías con ironía que si esta película tenía tantos títulos por delante ello significaba que Estados Unidos tenía una cinematografía "coxonuda". ¿Algo que añadir sobre esta práctica? ¿Te sirven de algo estas listas?
Je, je, la expresión exacta era "caralluda", pero viene a expresar lo mismo. No me gustan este tipo de ejercicios desde la crítica y cualquier organismo, porque muestran una total falta de independencia. Desde siempre han intentado (lográndolo) fomentar el tipo de cine que les ha interesado. Me llaman más la atención cuando están elaboradas con los votos de la gente, aunque siempre desde un punto de vista lúdico, sin darle una gran importancia. Estas últimas siempre te pueden descubrir alguna película interesante que no conocías.
¿Qué experimentas al ver películas como Las finanzas del gran duque, una película claramente menor de Murnau, y de la quizás sólo puede movernos una pasión de coleccionista? En otras palabras más generales, ¿cómo concilias las relaciones entre tu yo espectador, historiador, crítico y coleccionista?
Die Finanzen des Grossherzogs es una película que a priori me atrae por ser una incursión de Murnau en la comedia, es cierto que dentro de su filmografía se puede considerar una obra menor pero tiene varias cosas interesantes con las que quedarse.
Está bien la diferenciación que haces, hay distintos motivos que me pueden llevar a conseguir o ver una película. Muchas veces sabes de antemano que estás ante una película que tienes por puro coleccionismo y que no tiene más valor que el histórico, como espectador sabes que no la vas a disfrutar. La mayoría de la producción silente española va en esta dirección.
Si sé que como espectador no me va a aportar nada se me hace muy cuesta arriba verla por otras razones. Pero no es una situación que me suceda con obras menores de grandes directores, que si bien pueden distar bastante de sus grandes producciones sí que conservan un cierto valor fílmico (aunque sea para ver como ha ido evolucionando) que hace posible que su visionado no sea algo pesado.
En relación a esto último, ¿qué película te gustaría visionar y hoy por hoy consideras un sueño imposible con una brizna de esperanza de que quizás pueda aparecer por ahí?
Si me preguntases un tiempo atrás diría que Die Puppe de Lubitsch y Von Morgens bis Mitternacht de Martin, que veía lejos aunque no fueran filmes perdidos. Afortunadamente ambos se pueden conseguir actualmente en las redes p2p. Quizá porque en los últimos tiempos hayan aparecido tantas películas soy bastante optimista sobre que de cara al futuro sigan apareciendo piezas difíciles.
Una que veo imposible, sin ni siquiera esa brizna, y que me gustaría mucho ver, es Der Januskopf. La unión de Murnau y Veidt en un papel de Dr. Jekyll y Mr. Hyde que le viene como anillo al dedo a Conrad, película que de alguna manera hizo que Prana se interesase por Murnau para dirigir Nosferatu.
Uno de esos sueños imposibles es imaginar qué película hubiera rodado Murnau después de Tabú si no hubiese muerto. ¿Cómo te la imaginas?
Es una cuestión interesante, hay una canción de Don Mclean, "American Pie", que, aunque no está claro lo que expresa en detalle la letra (está llena de metáforas y el propio McLean no ha querido explicarlas), sí parece evidente que se refiere al accidente de avión que acabó con la vida de Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Bopper como el día en el que la música murió. De hecho utiliza ese accidente para expresar una ruptura en la música (Rock&Roll) y sociedad americana con el paso a los 60.
Análogamente, de alguna manera aquel día del accidente de coche en Santa Bárbara, donde Murnau perdió la vida (de hecho moriría al día siguiente en el hospital), fue el día en el que el cine murió. Los grandes directores del mudo o estaban retirados o haciendo cine sonoro, sólo Murnau seguía haciendo cine silente, su cine (en otros países hicieron películas mudas durante otro lustro pero era porque el sonoro todavía no estaba instaurado del todo). Esa concepción del cine como medio que expresaba mediante imágenes en movimiento, alejándose de la literatura y el teatro, adoptando una identidad propia y que se encontraba agonizando desde la llegada del sonoro, murió aquel 11 de marzo de 1931.
Digo todo esto porque seguramente la carrera de Murnau no daría para mucho más, ese accidente cortó de raíz una manera de entender el cine que estaba casi muerta ya. Quería pasar el resto de su vida en las Islas, tenía más proyectos para rodar pero ante las dificultades para financiar Tabú, el tener que volver a California para el estreno (él mismo dijo que se le hacía muy duro abandonar el idílico lugar en el que había vivido el último año) y teniendo en cuenta que a medida que pasaba el tiempo aumentarían las dificultades para distribuir su trabajo, creo que como mucho habría rodado una película más muy del estilo de Tabú y se habría retirado a Bali. Murnau se fue de este mundo cuando quizás ya no había sitio para él.
Desde tu blog tienes muy claro que escribes desde Galicia y en gallego ¿Cómo está la Galicia cinéfila? ¿Recomiendas alguna institución, publicación o visita a un cine con encanto en tus tierras?
En lo que respecta al silente no existe más allá de alguna proyección en los cineclubes y algún Chaplin en la TVG muy de cuando en cuando. Por ese motivo quiero ir traduciendo cine silente al gallego, aunque realmente no sé si va a interesar a alguien, por lo menos que exista esa opción que no hay por otros medios. No tenemos nada parecido a la Filmoteca de Catalunya que os monta esos extraordinarios ciclos. De recomendar alguno sin estar realmente muy al tanto del asunto, sería el Cineclube de Compostela, alguna silente han pasado (no desde el octubre pasado) y es una apuesta por la difusión del cine en VO que no abunda por aquí.
¿Qué pregunta que no te he hecho te hubiera gustado contestar en una ocasión como ésta?
Creo que ya me enrollé bastante, me la pienso para el centenario de Recanto Silente.
Saúdos, un placer asomarme por tu Pasión Silente. Gracias por todo.
miércoles, 25 de julio de 2007
FILM D' ARTE ITALIANA Y SHAKESPEARE: GEROLAMO LO SAVIO
Junto a la denominada "serie de oro", con la que Ambrosio pretendía poner en escena clásicos de la historia y de la literatura, existieron otras compañías centradas en las adaptaciones literarias. Una de las principales fue Film d'Arte Italiana, fundada en 1909 como filial de Pathé en Italia y siguiendo la estela de la exitosa Film d'Art de París, que había producido El asesinato del duque de Guisa. Presidida por Charles Pathé, tuvo entre sus principales gestores italianos a Adolfo Re Riccardi, como director general, a Ugo Falena (del que hablaremos en otra ocasión) como director artístico y uno de sus realizadores centrales, y Gerolamo Lo Savio, quien, además de director administrativo, firmó entre 1909 y 1915 algunas de sus producciones, entre ellas las dos que nos ocupan, que pueden verse en el recopilatorio Silent Shakespeare, editado por el Brittish Film Institute.
Ambas presentan características básicas de este tipo de cine, el Film d'Art, con planos estáticos, actores afectados, una base teatralizante y una simplificación de los argumentos, para reducir las historias de las que parte a unas pocas estampas, prescindiendo de historias secundarias. También es característico de estas producciones italianas (lo veremos también con Romeo y Julieta, título de 1912 de Ugo Falena) el coloreado a mano (práctica muy habitual en Pathé) de los vestidos de los protagonistas, con colores personalizados para cada personaje, que dan un cierto encanto a estas películas. Al espectador actual le distancia la pose de los actores, muchos de ellos procedentes del teatro y de la ópera. Relevante en el aspecto actoral, por cierto, es el debut en estos dos títulos de una de las grandes divas del cine mudo italiano: Francesca Bertini.
La película es apenas un apunte sobre una parte del argumento de El mercader de Venecia de Shakespeare, aunque también hay que tener en cuenta que parte de su metraje está perdido. Se centra en la deuda contraída con el mercader Shylock por Antonio, quien necesita 3000 ducados para ayudar a un amigo, Bassanio, a cortejar a Porcia. La noticia de que los barcos de Antonio han naufragado le impide hacer frente a la deuda y el mercader le exige entonces la condición expuesta en el contrato: le ha de entregar una libra de su carne. En el juicio, en el que Porcia participa disfrazada de abogado se le hace ver al mercader que no puede cobrar su deuda porque es un delito derramar sangre cristiana.
El personaje de Shylock, interpretado por Ermete Novelli (en la foto, sin la barba que exige su caracterización), a quien veremos luego de rey Lear, resulta mucho más atrayente que el resto de figuras de la película, aunque está dibujado con las características típicas con las que se representaba a los prestamistas judíos en esa época y en las posteriores, incluido el gesto de las manos celebrando un negocio. Otro Novelli, en este caso mujer, Olga Giannini Novelli, encarna a Porcia, en una discutible actuación, tanto por su nivel interpretativo como por lo poco atractiva que resulta para la supuesta seducción que ejerce sobre los hombres, algo que también ocurre en la ópera con algunas sopranos y determinados personajes nada adecuados a sus figuras. La Bertini, en el papel de Jessica, tiene muy poco peso (dicho sin mala intención) en el desarrollo de la película.
La proliferación de planos estáticos da mayor protagonismo a las situaciones y a algunos decorados. Sólo hay un momento técnico interesante en la relación entre cámara y actores: el momento en que Antonio es informado de sus pérdidas económicas en el mar. Los actores desde detrás de un puente van avanzando hacia la cámara en su conversación hasta quedar desenfocados por su excesiva cercanía al objetivo. El resto son planos generales, una tendencia que irá cambiando en el cine italiano a medida que las divas impongan su presencia y la necesidad de retratarlas en todos sus gestos.
martes, 24 de julio de 2007
NERONE (1909) de Luigi Maggi
Nombres como Arturo Ambrosio (en la foto) o Filoteo Alberini están ligados a los inicios documentales del cine italiano a partir de 1904 y 1905, que fueron sus primeros vehículos industriales para la actividad de sus respectivas e influyentes productoras: Ambrosio Film y la Cines. Éstas, junto a otras que más tarde tendrá su importancia (como la Milano de Giuseppe de Liguoro o, sobre todo, la compañía de Carlo Rossi, que con el tiempo se conocerá como Itala Films), irán configurando el imparable éxito de la cinematografía italiana, cimentado en sus primeros momentos por el cine histórico, de procedencia teatral.
Así, uno de los primeros éxitos internacionales del cine italiano será Los últimos días de Pompeya (1909) de Luigi Maggi, que tendrá varias versiones, la más conocida la de Caserini. Este éxito de la Ambrosio Film, al que no hemos podido tener acceso, llevará a su propietario a intentar repetir la jugada con la adaptación de un texto de Arrigo Boito, primero poema (1875) y luego tragedia (1901), que no había conocido ninguna representación teatral. Pone en escena (no podemos decir que "narra") la pasión de Nerón por Popea Sabina, que le lleva a repudiar a su esposa, Claudia Octavia, y a asesinarla, lo que conduce al pueblo a la rebelión. Para intentar dominar la situación, Nerón ordena incendiar Roma, lo que aún provoca más al pueblo, que persigue al soberano en su huída hasta un bosque. Es obvio que aquí la historia se ha saltado algunos pasos de la Historia: Nerón culpó del incendio a los cristianos y ordenó su persecución. Tampoco se habla del asesinato de Popea a cargo de Nerón o del suicidio del soberano, que ordenó su muerte, aquí pasada de puntillas. La película rinde homenaje final a la rebelión de las masas (cristianas) y corona ese homenaje con un par de rótulos que cantan a la libertad y el amor.
Más allá de su importancia histórica, y de su carácter representativo en cuanto al cine por el que Italia estaba empezando a colocar su cinematografía como una de las punteras en Europa y en el mundo, la película ofrece como principal punto de interés, para un espectador actual, la eficacia de sus decorados, algunos con una cierta profundidad, responsabilidad de Decoroso Bonifanti (nunca mejor puesto un nombre de pila), uno de los muchos "autores" de la película. En realidad, que Luigi Maggi firme la dirección (sería más bien la dirección artística) es un hecho secundario para la época. Para empezar, porque la película fue "realizada" por el operador Giovanni Vitrotti, que figura como responsable de la fotografía. Además, desde el punto de vista comercial, en su distribución a Europa y a Estados Unidos, cobró mayor peso que la película fuera escrita por Arrigo Frusta (piénsese en Cabiria, por ejemplo, dirigida por Pastrone, pero vendida como una película de D'Annunzio, responsable de los rótulos) y, especialmente, como una película "de Ambrosio". Arturo Ambrosio viajaba personalmente a los lugares donde debía promover el filme y en sus declaraciones quería transmitir la idea del cine como un oficio elevado en el que importaba más el arte que el dinero. No hay que olvidar que esa época triunfaba en Francia el llamado Film d'Art.
Precisamente inspirada en esta tradición debe entenderse la excesiva teatralidad de la obra, tanto en cuanto a la gestualidad de los actores (Alberto Capozzi, el actor que encarna a Nerón, no sólo gestualiza demasiado, sino que se mueve, para nuestro gusto, a destiempo), como a la disposición de los actores en el plano, por otro lado fijo (la variedad está en el cambio de decorados). Las escenas de masas en el interior de palacio se disponen como en un cuadro de Rafael (piénsese en La escuela de Atenas) y sólo alcanza una cierta naturalidad la escena en que la multitud huye ante el incendio de Roma, representado casi como rumor de fondo en esta escena, con una pequeña humareda. Tiene un cierto encanto, por las maquetas del cine primitivo, el momento en que Nerón ve desde las alturas con Popea el incendio de Roma y entona una canción acompañado de su lira. También es entrañable un pequeño trucaje, con transparencias, en el que Nerón tiene la aparición de una imagen que preludia su necesidad de huir.
El resto es mucho tópico sobre cómo imaginaban en la época el mundo romano, aderezado con detalles que el espectador actual puede juzgar como cursis, como el de una niña lanzando flores en el momento de aparición del soberano ante Popea.
lunes, 23 de julio de 2007
NUEVO CICLO: CINE MUDO ITALIANO
Nerón, de Luigi Maggi
1910
El mercader de Venecia / El rey Lear de Gerolamo Lo Savio
1910-
Cortos de Cretinetti
Cortos de Tontolini
1911
L’Odissea, de Giuseppe De Liguoro, Adolfo Padovan y Francesco Bertolini
1912
Quo Vadis?, de E. Guazzoni
Romeo y Julieta, de Ugo Falena
1913
Los últimos días de Pompeya, E. Rodolfi y M. Caserini
Spartaco, de Giovanni Enrico Vidali
Ma l'amor mio non muore, de Mario Caserini
Tigris, de Vincenzo Denizot
Più forte che Sherlock Holmes, de G. Pastrone
Vittoria o morte!, de G. Pastrone
1914
Cabiria, de G. Pastrone
Saturnino Farandola, con Marcel Fabre
1915
Maciste, de Vincenzo Denizot
Rapsodia satanica, de Nino Oxilia
Assunta Spina, de Gustavo Serena y Francesca Bertini
La dama de las camelias, Gustavo Serena
1916
Effetti di luce, Lucio D’Ambra
Thais, Antón Giulio Bragaglia
Cenere, Febo Mari y Arturo Ambrosio
1917
Malombra
Cristo, de G. Antamoro
1918
Fabiola, de E. Guazzoni
1920
La Storia di una donna
Inamorata
Il miracolo, de Mario Caserini
Ilustre attrice cicale formica, de Lucio D’Ambra
1921
L’uomo meccanico, André Dreed
Il quadro di Osvaldo Mars, de Guido Brignone
La Nave
Napoli è una canzone
1922
Messalina, de Enrico Guazzoni
1924
Maciste imperatore
1925
Maciste contra lo sceicco, de Mario Camerini
1926
Maciste en el infierno, de Guido Brignone
Maciste nella gabbia dei leoni, de Guido Brignone
1927
Addio Giovinezza
Frate Francesco, de Giulio Antamoro
1928
Kiff Tebi, de Mario Camerini
jueves, 12 de julio de 2007
EL CINE MUDO EN UN CATAMARÁN
martes, 10 de julio de 2007
LA BRUJERÍA A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS (1922) de Benjamin Christensen
La primera, la de las ayudas que presta la bruja Karna con sus pócimas para que una de sus sirvientas conquiste el corazón de un hombre, presenta algunas escenas que fueron imitadas por Murnau, tal como explicó el propio director alemán, en su Fausto. La segunda presenta a dos hombres a punto de diseccionar a una mujer muerta para averiguar el origen de las enfermedades; la cámara sabe apartarse en el momento justo en que estos aprendices de Dr. Frankenstein están a punto de iniciar la disección, lo que aún hace la escena más escabrosa. Luego, se suceden una serie de imágenes entre lo sensual y lo fantástico en el que se documenta la aparición de Satán (interpretado por el propio Christensen) a diversos personajes (un monje, una mujer acostada con su marido, una chica desnuda sonámbula) hasta centrarse en los divertimentos de Satán con una bruja vieja embriagada, a la que el diablo conduce a un castillo. Este pasaje, que da vida a los sueños de fortuna de la bruja y luego los hace desaparecer ante sus ojos, presenta notables efectos de animación, tanto en el uso de transparencias como en el trucaje que sirve para hacer volar y desaparecer las monedas, una escena que seguramente se rodó echando las monedas hacia delante y luego montando la secuencia de movimientos al revés, como en una moviola.
Entre la tercera y la quinta parte, la película se toma su tiempo para explicar un proceso por brujería en Alemania desde su inicio hasta su fatal desenlace. La familia de Jesper está preocupada por su enfermedad y cree que ésta guarda relación con un hechizo. Tal sospecha lleva ante la Inquisición a María, una vieja tejedora, quien, tras ser torturada, inicia el relato de hechos que confiesa haber visto con sus propios ojos, con el que inculpa a toda una serie de mujeres de la familia de Jesper en su relación con la brujería. Su relato y las imágenes que lo acompañan es uno de los pasajes más recordados de la película, con la recreación de un aquelarre y la entrega de los personajes a una suerte de locura colectiva, a la que se suma el espectador, fascinado por su inserción en un mundo totalmente nuevo, aunque no tanto si se está familiarizado con el universo de El Bosco. El relato de la tejedora conduce a la acusación de la cuidadora del hijo de Jesper, de quien está enamorado el monje Johannes, y a su camino hacia la hoguera. Los ambientes recargados del aquelarre contrastan con el ascetismo y austeridad (con un gran construcción de la luz interior) de las escenas dentro del convento y las celdas donde se producen los interrogatorios.
La séptima parte retoma muchas escenas anteriores para explicarlas a la luz de la época moderna y las explicaciones que hacia 1921 se estaban dando a esos fenómenos: la histeria, los actos inconscientes de las personas sonámbulas o enajenadas, determinadas patologías, etc. Algunos actores vuelven a aparecer para interpretar a un equivalente de la época medieval en la moderna: así uno de los inquisidores es ahora un médico y en vez de conducir a las mujeres "endemoniadas" a la hoguera las conduce a un tratamiento de duchas terapéuticas. Uno de los mejores momentos en el que se juega a relacionar actor-personaje, está en la nueva aparición del rostro castigado de María la tejedora con una curiosa y divertida vuelta de tuerca. Según palabras del narrador, la actriz que encarnaba a la tejedora, la misma que juraba haber visto cosas extraordinarias, también en una escena fuera del rodaje le confiesa haber tenido contacto con Satán. Aprovecha el mismo plano de la mitad de la película para establecer un curioso juego entre personaje y actor, historia y rodaje, que firmarían hoy muchos autores de la posmodernidad.