miércoles, 9 de mayo de 2007

GRANDES ESPERANZAS (1921) de A.W. Sandberg




Como hemos visto en las reseñas dedicadas al ciclo sobre el centenario de la Nordisk, esta compañía tuvo claro que una de las claves de su éxito internacional era su estrategia de basarse en temas y formas universales, desde los géneros más en moda hasta la adaptación de obras literarias de reconocido prestigio en Europa y Estados Unidos. En este último sentido, destacó el gran número de adaptaciones realizadas a partir de la obra de Charles Dickens, como Grandes esperanzas (1921) o David Copperfield (1922), ambas realizadas por A.W. Sandberg, director del que ya reseñamos Con los nervios crispados (1923) y del que volveremos a hablar en breve al tratar de su obra maestra: El payaso (1926).

La novela Grandes esperanzas, que daría lugar en el sonoro a la célebre Cadenas rotas (1946) de David Lean, relata la historia de Pip (interpretado aquí por Martin Herzberg), un niño huérfano, quien vive con su hermana y el marido de ésta. Un día, mientras está junto a la tumba de su madre, se encuentra con un preso fugitivo, quien le pide si le puede conseguir algo de comida. A pesar de las pesadillas que tiene por la noche como recuerdo de su encuentro con personaje tan siniestro, accede a darle comida y no le denuncia, aunque será detenido momentos después. Pasan los días y un tío de Pip avisa a su hermana que una anciana con dinero ha puesto un anuncio para encontrar a un niño para jugar con la muchacha a la que ha acogido. Pip accede a la mansión, un lugar en franca decadencia, donde contempla a una bella, pero estirada niña y a una extraña anciana, que ha quedado trastornada después de que se frustrara su boda. Pasan los años y el niño, de expresiva y enfermiza cara, se convierte en todo un joven emprendedor, gracias al dinero que ha percibido para su educación de un anónimo benefactor, que resulta ser finalmente el preso a quien encontró de niño y que ahora le agradece el pequeño favor que le hizo. El corazón del joven va sufriendo importantes golpes con las negativas de su aparentemente frívola amada, la que fuera niña protegida de la anciana, y con las sucesivas muertes del preso, de la hermana de Pip y, finalmente, de la anciana, quien muere calcinada tras un accidente en su residencia. Al malestar emocional se suma una fiebre, tras la que llega la calma: su viudo cuñado se vuelve a casa con una joven amiga de Pip y éste acaba conquistando el corazón de su amada, a la que encuentra paseando nostálgica en las ruinas de la mansión de la anciana.

La película de Sandberg constituye una acertada adaptación, donde se combinan recursos literarios y cinematográficos con dinamismo. En cuanto a lo narrativo, destaca el buen ritmo que proporciona hacer que los rótulos preparen al espectador para algo importante. Así, es frecuente que en los rótulos aparezcan resúmenes de acciones a las que siguen expresiones del tipo "pero una tarde..." o "pero una noche...", que retienen con palabras la atención del espectador ante un hecho crucial para la vida del protagonista. También hay en los rótulos una gran descripción de los personajes por su forma de hablar. Por ejemplo, la niña protegida de la anciana queda retratada en su pensamiento (además de por su movimientos fingidos y exagerados de niña fina) en un conversación como ésta con la dueña de la mansión: "¿He de jugar con él? Pero si es de clase baja", a lo que la anciana contesta, con una de sus obsesiones, que "al menos tiene corazón".

Donde no llegan las palabras llegan las imágenes y son especialmente expresivos los movimientos laterales de la cámara y de nuevo con el encuentro del niño con la anciana tenemos buenos ejemplos. En concreto dos. El primer desplazamiento se hace de izquierda a derecha, desde la posición que ocupa el niño hasta la presencia impactante de la anciana demacrada por el tiempo y el dolor sentada en su anticuado sillón, atravesando una estancia en franca decadencia, consumida por el tiempo. Aún más significativo es un movimiento similar, poco después, cuando la anciana muestra a Pip la gran mesa donde aún están los cubiertos y alimentos del banquete de bodas que nunca se celebró. La cámara se desplaza, adoptando el punto de vista de Pip, de izquierda a derecha, retratando de una punta a otra de la mesa, una naturaleza muerta cubierta de polvo con todos los restos del frustrado festejo.

La experimentación con la técnica, que debe mucho a la labor de Louis Larsen, nunca resulta gratuita y siempre viene a reforzar con gran eficacia la historia. Un buen ejemplo de ello lo constituye el uso de las transparencias, que sirve para varios fines. En la escena de la muerte de la anciana en el incendio el recurso sirve para representar a ésta corriendo en llamas, sin tener que utilizar un especialista o un muñeco. Aunque en algunos momentos no acaban de estar encajadas las imágenes solapadas, el trucaje aporta mayor intensidad y credibilidad a la escena. Otra forma de utilizar la transparencia, muy frecuente en el cine mudo para este tipo de secuencias, es el que se hace para representar los sueños que tiene el joven durante sus días de fiebre: además de para establecer un juego de apariciones y desapariciones de todos los personajes que ha conocido Pip, y de dar forma a todo lo que aflije su corazón, sirve para reducir en poco tiempo lo que dura varios días; es decir, sirve para hacer un resumen emocional de toda la película y solventa de un plumazo la adaptación de varias páginas de la obra de Dickens. Recuerda a la forma en que adaptaría Minnelli Madame Bovary, donde en los pasos de la protagonista en una secuencia se resumen varias páginas del libro de Flaubert. Es la forma que el cine tiene de reivindicar su identidad frente a la literatura que le surte de argumentos y lo que hace de películas como la de Sandberg cine en estado puro antes que libros vertidos a celuloide.

4 comentarios:

Pipero dijo...

Genial blog. ¡Gracias por compartir con nosotros estos conocimientos!

Antonio Belmonte Navarro dijo...

Gracias por tus palabras de aliento. Veo que estás vinculado al Pipa's Club, un local que, aunque no fume, me trae recuerdos de hace unos 15 años, en una temporada en que escuchaba mucho jazz.

Anónimo dijo...

gracias,gracias.... por esta maravillosa exosición,soy una maniaca de la peli y me has conmovido.que mansión es "paradiso perduto"? donde está? habrá fotos?quiero hacerle a mi hija- mas fanatica de la peli que yo..- un boso con imagenes de la peli, quiero añadir de la casa de "chicaboom" y de la fuente.un beso y ,otra vez, gracias.fotolog:rosyduarte

Anónimo dijo...

gracias,gracias.... por esta maravillosa exposición,soy una maniaca de la peli y me has conmovido.que´´

mansión es "paradiso perduto"? donde está? habrá fotos? quiero hacerle a mi hija - mas fanatica de la peli que yo..- un boso con imagenes de la peli, quiero añadir de la casa de "chicaboom" y de la fuente.un beso y ,otra vez, gracias.fotolog:rosyduarte